sábado, 11 de abril de 2015

La cancha de Central Córdoba, símbolo de Tablada Primera Parte


Vista panorámica del estadio Gabino Sosa.
A diferencia de otros clubes, Central Córdoba siempre tuvo su cancha ubicada en una misma zona, por tal razón la entidad charrúa se identifica con Tablada, ya que su estadio forma parte de la fisonomía del barrio, donde se forjó y en el cual sigue emplazado, con una capacidad para recibir alrededor de 17.000 espectadores. 
El primer campo de juego con que contó se situó en las intersecciones de las calles Ocampo, Buenos Aires, bulevar Rosarino (actual bulevar 27 de Febrero) y 25 de diciembre (hoy Juan Manuel de Rosas), en los terrenos que ocupaban Pedro Alles y Juan Ventura. Cabe mencionar que en la esquina de dicho lugar se encontraba el antiguo café de Díaz. Poco tiempo después mudó su field muy cerca de allí (25 de Diciembre entre Viamonte y Ocampo) y finalmente en 1907 se instaló entre las calles Virasoro, Gálvez, 25 de Diciembre (hoy J. M. de Rosas) y 1° de Mayo, donde todavía se encuentra el estadio charrúa.

En los primeros años de existencia el club Ferrocarril Córdoba y Rosario (desde 1914 Central Córdoba) mantuvo una estrecha relación con la empresa de ferrocarril del mismo nombre (de donde provenían la mayoría de los integrantes del club), que le permitió utilizar el hall de la estación de trenes para la realización de asambleas y le cedió una oficina dentro de la misma para que sirva de secretaría del club. Asimismo le alquiló sin costo alguno el terreno donde se erigió la nueva cancha, que se ubicó al lado de la playa de maniobras y depósitos de carga de la estación.
En la fotografía se pueden apreciar los aserraderos Chiesa hermanos, la playa de maniobras del ferrocarril Córdoba y Rosario y la cancha del club del mismo nombre. 
Posteriormente las diferentes compañías que formaban la empresa de ferrocarril Córdoba y Rosario se fusionaron en una sola, cambiando su denominación a ferrocarril Central Córdoba. Asimismo se creó la Compañía Ferroviaria de Tierras, que era la encargada de administrar las propiedades del ferrocarril de firma británica. Debido a este hecho se puso en duda la cercana vinculación entre el club y el ferrocarril, pero pese a las preocupaciones de los dirigentes charrúas, los directivos del F. C. C. C. le permitieron seguir ocupando el predio donde tenía su cancha sin cobrarle peso alguno, hasta que en 1916 se llegó a un acuerdo con la nueva compañía, celebrándose un contrato de alquiler. Además ese año se colocó el alambrado alrededor del campo de juego y se levantó una casilla de madera, que contaba con un techo de paja y piso de tierra. Luego en 1920 se efectuó una reforma en la cancha, se derribó la antigua casilla y en su lugar se construyó un pabellón más amplio, que ofrecía una mayor comodidad. El mismo contaba con trece metros de largo, tres compartimientos, secretaría y anexos. También corrieron el terreno de juego trece metros al este.
A principios de la década de 1920 el club levantó en su campo de deportes las primeras tribunas, que fueron cuatro gradas de tablones de madera de sesenta centímetros de ancho colocadas en la parte este.
Aspecto de la tribuna popular de tablones de madera en 1935. 
En el mes de abril de 1931 la empresa constructora Chaina & Cía. construyó una tribuna con una estructura metálica, con tablones de madera, de cien metros de ancho, diez de largo y seis de altura, en dos tramos separados en su parte central por un espacio libre de casi cinco metros y medio de ancho y cinco de altura. La nueva grada reemplazó a las ya existentes en el sector este. Para la realización de la obra, que demandó solamente siete días, se utilizaron cuarenta toneladas de hierro.
 Cabe mencionar que la Compañía  Ferroviaria de Tierras le alquiló la cancha a Central Córdoba por muchos años, hasta que gracias a un mancomunado esfuerzo de dirigentes y socios charrúas en 1958 la institución sureña logró comprar los terrenos donde se erige su estadio.