viernes, 26 de junio de 2015

El estadio Gabino Sosa, segunda parte

Cambio de orientación de los arcos.
Foto 1
Tras lograr en 1957 el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino, las autoridades de la A. F. A. le exigieron al club Central Córdoba la ampliación de la capacidad de su viejo reducto de Virsasoro y Juan Manuel de Rosas, para que pueda ser utilizarlo en los partidos de la primera división. En el campeonato de 1958 el equipo de Tablada tuvo que efectuar sus compromisos de local en el estadio de Newell’s Old Boys, ya que su field no reunía las condiciones que pretendía la entidad madre del fútbol argentino. En diciembre de 1958 los dirigentes charrúas decidieron que tenían que jugar en su propia cancha para el torneo de 1959, por tal razón aprobaron la realización de las reformas, que comenzaron de inmediato. En el corto lapso de tres meses se construyeron dos nuevas tribunas en los costados norte y sur, se corrió la popular hacia el este, para cambiar la orientación de la cancha, ya que era la única forma de lograr las dimensiones exigidas por la A. F. A. Finalmente el campo de juego pasó de estar orientado de norte a sur a situarse de este a oeste, tal cual se lo puede observar en la actualidad. 
Merecido reconocimiento. El estadio es bautizado como Gabino Sosa.
En la cena en la cual el club celebro su 63° aniversario, realizada el 7 de noviembre del año 1969 se decidió homenajear a Gabino Sosa,  un baluarte del fútbol rosarino, que brilló en el conjunto de Tablada, en la selección rosarina y también nacional, por tal motivo el estadio de Central Córdoba fue bautizado desde esa noche con su nombre.

Un nutrido número de personas se aglomera en la puerta del estadio Gabino Sosa, para presenciar un partido en 1974.
Foto revista El Gráfico.

Foto1: Acto de inauguración del estadio, tras la reorientación de los arcos. 

sábado, 13 de junio de 2015

Cuatro jugadores de Rosario en el primer Campeonato Sudamericano de fútbol

Formación de la selección Argentina el día que goleó a Chile por 6 a 1. Parados de izquierda a derecha: Armando Reyes, Francisco Olazar, Juan Brown, Carlos Guidi, Gerónimo Badaracco y Pedro Martínez. Agachados: Juan Perinetti, Carlos Wilson, Alberto Marcovecchio, Alberto Ohaco y Adolfo Heissinger. 
Entre el 2 y 17 de julio de 1916, con motivo de cumplirse el centenario de la independencia de la República Argentina (9 de julio), se organizó en Buenos Aires un torneo de fútbol de carácter internacional, del cual formaron parte las selecciones del país anfitrión, Uruguay, Brasil y Chile.  El certamen fue considerado la primera edición del Campeonato Sudamericano de Selecciones, organizado por la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), que se fundó con la competición en marcha, el 9 de julio de dicho año. Cabe destacar que la Copa América fue puesta en juego recién en la segunda edición, efectuada en Montevideo en 1917.
Cuatro jugadores de equipos pertenecientes a la Liga Rosarina formaron parte del combinado argentino, que disputó aquel torneo. Ellos fueron Zenón Díaz, los hermanos Ennis y Harry Hayes, de Rosario Central y Carlos Guidi, de Tiro Federal.
El domingo 2 de julio Uruguay goleó a Chile por 4 a 0, en el encuentro inaugural, jugado en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, ante tres mil espectadores.
Cuatro días más tarde, el jueves 6, en el mismo escenario debutó la selección Argentina, que despachó a su similar chileno por el categórico marcador de 6 a 1. El jugador tirolense Carlos Guidi integró el quinteto ofensivo del conjunto albiceleste esa tarde, que congregó a 18.000 personas. Luego dos días después Chile culminó su participación en el campeonato, tras igualar 1 a 1 frente a Brasil, cosechando así su único punto.
Quedaban por disputarse los compromisos entre Argentina, Uruguay (que tenían 2 puntos) y Brasil, que sumaba una unidad.
El lunes 10 de julio, un día después de la celebración por el centenario de la independencia Argentina, el elenco local sólo pudo igualar frente a los brasileños por 1 a 1. Nuevamente Guidi formó parte del equipo argentino, que comenzó ganando con un tanto señalado por José Laguna a los 10’, pero le empataron el cotejo a los 23’, con un gol marcado por Alencar.
Posteriormente el martes 12 la selección charrúa batió a Brasil por 2 a 1, triunfo que lo colocó puntero con cuatro puntos, uno más que el anfitrión, con quien debía medirse en el último partido del torneo.
El domingo 16, Argentina y Uruguay jugarían el cotejo decisivo en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, ubicada en Palermo. El elenco local necesitaba un triunfo para quedarse con el título, mientras que a la selección celeste, le alcanzaba con un empate para coronarse. Tal eran las expectativas para el encuentro, que desde temprano el público argentino comenzó a llegar a las adyacencias del estadio, para conseguir entradas, que se sobrevendieron, causando muy serios disturbios. La capacidad del estadio de 20.000 personas se vio desbordada al comenzar el cotejo, ya que las gradas estaban repletas de gente, incluso había espectadores dentro del perímetro del campo de juego. Dadas las condiciones se decidió suspender el partido. El enardecido público no contento con lo ocurrido prendió fuego las redes de los arcos, que fueron desmontados. Además el fuego llegó a las tribunas, tanto la oficial, como las populares.  El partido fue reprogramado para el día siguiente, en un nuevo reducto.  Finalmente argentinos y uruguayos se midieron en la cancha de Racing Club, que fue la elegida para la ocasión. Esa tarde los jugadores canallas Zenón Díaz, Ennis y Harry Hayes fueron titulares del once albiceleste, que no logró vencer a su oponente. El empate sin goles, favoreció a Uruguay, que se consagró campeón.
El plantel argentino estuvo integrado por los siguientes futbolistas; Arqueros: Carlos Isola (River Plate), Juan José Rithner (Porteño) y Carlos Tomás Wilson (San Isidro); Defensores: Juan Brown (Quilmes), Arturo Chiappe (River Plate), Zenón Díaz (Rosario Central) y Armando Reyes (Racing Club); Mediocampistas: Gerónimo Badaracco (San Isidro), Cándido García (River Plate), Pedro Martínez (Huracán), Ricardo Naón (Gimnasia LP) y Francisco Olazar (Racing Club); Delanteros: Claudio Bincaz (San Isidro), Juan Cabano (Argentino de Quilmes), Carlos Guidi (Tiro Federal), Ennis Hayes (Rosario Central), Harry Hayes (Rosario Central), Adolfo Heissinger (Tigre), Juan Hospital (Racing Club), José Laguna (Huracán),  Alberto Marcovecchio (Racing Club), Alberto Ohaco (Racing Club) y Juan Nelusco Perinetti (Racing Club).  

Resultados
02/07/1916 Uruguay 4 (44’ y 75’ José Piendibene; 55’ y 70’ Isabelino Gradín) – Chile 0
06/07/1916 Argentina 6 (2’ y 75’ Ohaco; 60’ y 62’ Brown-ambos de penal-; 67’ y 88’ Marcovecchio) – Chile 1 (44’ Telésforo Báez)
08/07/1916 Chile 1 (84’ Hernando Salazar) – Brasil 1 (40’ Demósthenes)
10/07/1916 Argentina 1 (10’ J. Laguna) – Brasil 1 (23’ Alencar)
12/07/1916 Uruguay 2 (58’ I. Gradín y 77’ José Tognola) – Brasil 1 (8’ Arthur Friedenreich)
17/07/1916 Argentina 0 – Uruguay 0
Nota: Todos los partidos se disputaron en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Bs. As., salvo el último cotejo, que luego de ser suspendido se jugó en el estadio de Racing Club.

Posiciones Campeonato Sudamericano de Selecciones 1916
1º Uruguay 5
2º Argentina 4
3º Brasil 2
4º Chile 1

martes, 9 de junio de 2015

La cancha de Argentino en barrio Industrial

Inédita foto del año 1937 de la cancha de Argentino en barrio Industrial .
En el año 1924 el club Nacional (denominación que adquirió en 1915 y cambió en 1935 por su actual nombre de Argentino) se trasladó entre las calles Gorriti e Iguazú, en pleno barrio Industrial. En un principio la cancha poseía una modesta casilla de madera, un alambrado, donde se colocaban lonas para evitar que se vean los partidos desde afuera y unos pocos tablones, que se asemejaban a una tribuna. Luego el reducto contaba con una humilde tribuna construida en uno de sus laterales, más tarde se amplió la capacidad del estadio y se levantó una grada de tablones de madera en el lateral opuesto a la tribuna que ya se encontraba. Asimismo es importante remarcar que por algunos años fue vecino del club Tiro Federal, que tuvo su cancha en el terreno lindero a la del salaíto.

Allí permaneció hasta el año 1943, cuando el club decidió inscribirse en la Asociación del Fútbol Argentino, como ya lo habían hecho Newell’s, Rosario Central y Central Córdoba. Pero la afiliación no le fue aceptada, puesto que el estadio con que contaba no reunía las condiciones adecuadas que requería la A.F.A. Por tal motivo era necesario efectuar nuevas remodelaciones en su vieja cancha de barrio Industrial. La comisión directiva quiso comprar un lote lindero donde se encontraba una casa para poder construir otra tribuna. El dueño del inmueble, que cuentan era el lechero del barrio, se negó a vender su vivienda, por lo tanto el salaíto tuvo que buscar otro lugar para erigir su estadio. 
Finalmente al año siguiente inauguró su estadio de barrio Sarmiento, donde sigue emplazado en la actualidad. En su nuevo reducto debutó en la segunda categoría del fútbol argentino frente a All Boys, con quien empató 2 a 2. 

El estadio del salaíto de Gorriti e Iguazú hacia principios de la década del ’40. Nótese las ampliaciones con respecto a la imagen de 1937.